Aún no hay atención adecuada y oportuna para víctimas de violencia sexual

Después de un año y medio de su aprobación, sigue sin implementarse el Protocolo de atención integral a víctimas de violencia sexual. En 2023, el equipo de Médicos Sin Fronteras (MSF) atendimos 719 casos de violencia sexual en Honduras. Hacemos un llamado a las autoridades correspondientes para que garanticen una respuesta integral con puntos de atención definidos y circuitos de referencias en todas las regiones del país**.**

Fue el dolor más grande que sentí en mi vida. Yo gritaba y él me tapaba con una mano la boca; me caí, me levanté el pantalón y salí corriendo. Al día siguiente no me soportaba a mí misma, como cuando le roban algo a alguien.

Es un fragmento del relato de Patricia, que tenía tan solo 15 años cuando sufrió violación sexual. Por temor a ser juzgada no lo contó a su familia y fue hasta el día siguiente que logró hablarlo con uno de los consejeros en su escuela.

Así como a Patricia, en 2023 casi un tercio de las 719 atenciones de MSF a sobrevivientes de violencia sexual en Honduras fue brindada a menores de 18 años. En Tegucigalpa se ha identificado que la mayor parte de estas agresiones sucedieron en espacios o lugares de confianza de las víctimas. Es decir, que un 73% de los perpetradores fueron familiares, parejas y otros conocidos. El agresor de Patricia fue su mejor amigo, alguien a quien afirma ella “le confiaba mucho”“Nuestras familias se conocían desde hace años, éramos mejores amigos”, cuenta la mujer*.*

La violencia sexual afecta tanto a menores como a personas adultas. En 2023, el 69 % de las víctimas fueron mayores de edad. La mayoría de las agresiones suceden en niñas y mujeres, solamente en 2023, 84% fueron mujeres. Sin embargo, el 16% de los casos atendidos fueron niños y hombres. Quienes también se ven afectados y es importante que puedan recibir una atención adecuada sin ser estigmatizados.

La organización médica humanitaria también ha identificado que a nivel social muchas de las víctimas pueden necesitar o querer salir de su hogar, trabajo o comunidad. Es también importante que puedan crearse espacios de refugio seguro, apoyo económico y legal para salvar y proteger su integridad.

Consecuencias de la violencia sexual

En reiteradas ocasiones MSF hemos señalado que la violencia sexual es una emergencia médica que requiere de atención inmediata. Sin embargo, de los 719 casos de violencia sexual atendidos en 2023, solo 12% de los casos llegaron 72 horas después del evento, tiempo crucial para prevenir el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), infecciones de transmisión sexual (ITS), así como primeros auxilios psicológicos.

“Cuando fui a poner la denuncia, que rastrearan mi teléfono que robaron, me dijeron que no. Tampoco había un médico forense, tenía que esperar al día siguiente: no podía quitarme la ropa, no podía ir al baño, tenía que dormirme tal cual como me dejaron los agresores. ¿Quién en su sano juicio querrá dormir así? Destruida, golpeada, llena de tierra, abusada”, cuenta Mariela, una paciente que tuvo que movilizarse a la capital del país para ser atendida.

En el centro de salud, apoyado por MSF, Mariela alcanzó a recibir la medicación para prevenir el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), infecciones de transmisión sexual (ITS), así como primeros auxilios psicológicos.

Los eventos de violencia sexual impactan fuertemente en la salud mental de la persona. En 2023 se atendieron a 469 personas entre nuevas consultas y de seguimiento. Las principales afectaciones tratadas fueron reacción al estrés agudo, depresión, estrés postraumático, ansiedad, entre otros. Por eso es importante que las víctimas puedan tener un acompañamiento inmediato para reducir las consecuencias emocionales que trae este tipo de violencia.

Este período es crítico para prevenir embarazos forzados. En 2023, dentro de las atenciones de MSF proporcionamos 45 métodos de anticoncepción de emergencia a mujeres con el fin de evitar embarazos no deseados a mujeres y adolescentes en edad fértil dentro de las 120 horas. Como consecuencia de la violencia sexual, se registraron 6 casos de embarazos. La falta de la respuesta adecuada y oportuna tae impactos importantes en las mujeres y su futuro.

“La prevención del embarazo se debe de realizar lo más pronto posible, dentro de los primeros cinco días. Existen evidencias en muchos contextos sobre las consecuencias negativas que trae un embarazo forzado”, señala Laura Fonseca, responsable de asuntos humanitarios de MSF*. “Muchas mujeres se ven obligadas a la maternidad forzada, esto las afecta a nivel de su salud física, mental y su situación socioeconómica. Otras recurren a métodos inseguros para interrumpir su embarazo debido a la legislación existente. Ambas circunstancias representan un peligro para la salud integral y la vida de las mujeres, las revictimiza y les vulnera sus derechos individuales”*, complementa.

Es urgente normalizar la atención y no la violencia

Después un año y medio de aprobarse el Protocolo de atención integral a víctimas y sobrevivientes de violencia sexual, la implementación sigue siendo insuficiente en los centros de salud y hospitales del país y las personas tienen muy pocas opciones en dónde pueden acudir en caso de sufrir un evento de violencia sexual. Desde el 2011, hemos sido testigo de las consecuencias de estos eventos. Continuamos velando por la urgente necesidad de que se normalicen estas atenciones y no la violencia.

En lo que va de 2024, los equipos de MSF en San Pedro Sula y Choloma han atendido más de 207 casos de violencia sexual. Estos casos han recibido atención médica, de salud mental y acompañamiento social. Se identifican consecuencias a nivel físico y emocional de las víctimas, y persiste poca sensibilización para darles atención prioritaria.

Con base a estos datos, Médicos Sin Fronteras hace un llamado a las autoridades correspondientes para que se dé una pronta implementación del Protocolo de atención integral a víctimas y sobrevivientes de violencia sexual. “Es urgente que se garantice una respuesta integral, se definan puntos de atención y circuitos de referencias en todas las regiones del país. También es fundamental la formación regular del personal, tanto de los centros de salud, hospitales y actores involucrados en la respuesta a los casos de violencia sexual. De igual manera, a nivel nacional deben crearse campañas de información para sensibilizar que la violencia sexual es una emergencia médica”, concluye Fonseca.



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