Sudán: nos vemos obligados a suspender nuestras actividades en el Hospital Turco de Jartum

Más de un año de incidentes violentos, incluidas amenazas de muerte contra nuestro personal, han forzado la suspensión de una atención médica esencial en Jartum.

Tras más de un año de incidentes violentos tanto dentro como fuera del Hospital Turco de Jartum -que apoyamos- incluidas amenazas de muerte contra nuestro personal, hemos tomado la decisión de evacuar a nuestro equipo del hospital. Es una decisión muy meditada. Durante casi 14 meses, MSF habíamos logrado proporcionar tratamiento vital de forma continuada en el centro, a pesar de las numerosas obstrucciones, a menudo deliberadas, de las partes enfrentadas. Sin embargo, a raíz de los últimos acontecimientos, ya no es posible seguir prestando este tipo de asistencia.

“La situación en el Hospital Turco, situado en una zona controlada por las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), se ha vuelto insostenible. En los últimos 12 meses se han producido múltiples incidentes violentos dentro y fuera de las instalaciones, y la vida de nuestro personal se ha visto amenazada en repetidas ocasiones”, afirma Claire Nicolet, responsable de nuestra respuesta de emergencia en Sudán.

“Más recientemente, en las noches del 17 y 18 de junio, decenas de combatientes heridos fueron llevados al Hospital Turco, y nuestro equipo fue despertado agresivamente mientras se disparaban kalasnikovs contra sus habitaciones. Este tipo de violencia contra nuestro personal es inaceptable. Las partes beligerantes deben proteger y respetar los hospitales y centros de salud como santuarios para los enfermos y heridos, donde el personal sanitario puede prestar asistencia médica con seguridad. No pueden poner en peligro sus vidas mientras intentan salvar las de otras personas”.

En el último año, nuestro personal que trabaja en el Hospital Turco ha sufrido acoso frecuente tanto dentro de las instalaciones como en la calle al ir y volver del trabajo. Muchos han sido amenazados con ser detenidos. De hecho, a principios de junio, dos hombres armados detuvieron a uno de nuestros empleados dentro del hospital, lo llevaron a un lugar desconocido y le propinaron una fuerte paliza.

“El equipo está física y mentalmente agotado. Debido al bloqueo impuesto por las autoridades sudanesas desde septiembre -que prohíbe el transporte de suministros médicos y personal humanitario a las zonas controladas por FAR-, el equipo del Hospital Turco lleva 10 meses trabajando sin descanso”, explica Nicolet. “El bloqueo significa que no nos ha sido posible llevar un nuevo equipo para sustituirlos, y han estado trabajando incansablemente para mantener el hospital abierto bajo una intensa presión”.

El Hospital Turco permanece abierto gracias a la presencia del personal del Ministerio de Sanidad. Sin embargo, la cirugía ya no será posible sin la presencia de nuestro personal que ha sido evacuado y el futuro del hospital es incierto. Desde el comienzo de la guerra, el Hospital Turco ha sido una parte crucial del sistema de salud, atendiendo a pacientes no solo de Jartum, sino también de lugares tan lejanos como Wad Madani, en el estado de Al Gezira, donde también nos vimos obligados a suspender nuestras operaciones en mayo de 2024 debido a los repetidos incidentes de seguridad y a las obstrucciones a la entrada de personal y suministros similares a las que afectaron a Jartum.

Antes de que creáramos una sala de urgencias y ampliáramos la capacidad del quirófano del Hospital Turco a mediados de mayo de 2023, era un hospital especializado en mujeres, niños y niñas. Casi el 80% de todas las intervenciones quirúrgicas realizadas en el hospital el año pasado fueron cesáreas para salvar la vida de mujeres con complicaciones durante el embarazo y el parto. Como consecuencia de estos repetidos incidentes de seguridad, se han suspendido todas las intervenciones quirúrgicas en el hospital. También prestamos atención prenatal y posnatal, planificación familiar, gestionamos la unidad de cuidados intensivos pediátricos, el centro de alimentación terapéutica para niños y niñas con desnutrición aguda grave y la unidad de neonatología, la única de todo Jartum. Nuestro apoyo a estas actividades también se ha suspendido.

El Hospital Universitario de Bashair, en Jartum, que también apoyamos, también ha sufrido múltiples incursiones armadas en los últimos meses, y entre octubre de 2023 y enero de 2024, nos vimos obligados a suspender las intervenciones quirúrgicas en el hospital. MSF seguimos trabajando en este hospital a pesar de estos incidentes. La situación de seguridad en general se ha deteriorado significativamente y en Jartum especialmente. ​ ​

MSF instamos a las partes beligerantes a proteger a la población civil y las infraestructuras civiles, incluidos hospitales y otros centros sanitarios. Para que las instalaciones puedan seguir operativas, es vital que los suministros médicos y los trabajadores humanitarios dispongan de los permisos necesarios para poder desplazarse a través de las líneas del frente. Debido al bloqueo impuesto a las organizaciones humanitarias por las autoridades sudanesas, muchas centros médicos tienen dificultades para seguir abiertos poniendo en peligro la vida y la salud de millones de personas en Jartum y otras partes del país. ​

Datos del Hospital Turco (enero a junio de 2024)
-Más de 10.600 pacientes atendidos en el servicio de urgencias del Hospital Turco; una media de 55 a 60 pacientes al día.
-Más de 11.360 adultos y más de 7.440 niños atendidos en consultas externas.
-1.340 adultos hospitalizados, 243 bebés ingresados en la unidad de neonatología y 1.670 niños en la de pediatría. ​
-1.338 bebés nacieron, tanto por parto normal como por cesárea.
-El 77% de las operaciones fueron cesáreas.
-6.352 consultas de atención prenatal.

Antecedentes del Hospital Turco
Cuando empezó la guerra, en abril de 2023, el Hospital Turco no era más que un pequeño hospital de maternidad y pediatría sin sala de urgencias y con un pequeño quirófano donde se practicaban cesáreas. También contaba con un pequeño centro de diálisis, pero no tenía capacidad para realizar cirugía de guerra ni para hacer frente a la afluencia masiva de heridos.

Sin embargo, cuando empezaron los combates y muchas instalaciones sanitarias de Jartum dejaron de funcionar, el Hospital Turco fue uno de los pocos que pudo permanecer abierto. Nuestros equipos que se encontraban en Jartum pudieron donar suministros en apoyo, y luego pudieron apoyar al Ministerio de Salud ampliando las funciones del hospital a mediados de mayo de 2023.

MSF ampliamos las capacidades del quirófano, abrimos una sala de urgencias, formamos al personal en cómo responder a la afluencia masiva de víctimas y aumentamos el número de trabajadores sanitarios en el centro. En agosto de 2023, también habíamos empezado a dar apoyo a las unidades de maternidad y pediatría, y el hospital seguía siendo el único centro que ofrecía tratamiento especializado a niños enfermos y mujeres embarazadas en la ciudad.

Ataques a hospital en Darfur Norte
En otras partes de Sudán, los hospitales también están siendo atacados. En El Fasher, Darfur Norte, se han producido ocho incidentes solo en las últimas ocho semanas, y los hospitales se han visto obligados a cerrar uno tras otro. En la actualidad, solo hay un hospital -el Saudí- en la ciudad con capacidad quirúrgica y para tratar una afluencia masiva de víctimas. Ha sido atacado tres veces desde que se intensificaron los combates el 10 de mayo.

Su predecesor, el Hospital del Sur -que al comienzo de la guerra era una simple maternidad sin capacidad quirúrgica- se había convertido en el principal hospital de referencia para todo el estado de Darfur Norte hasta que dejó de funcionar el 8 de junio, cuando hombres armados entraron en las instalaciones y las saquearon. Cuatro incidentes precedieron al cierre del Hospital del Sur.

El Hospital Pediátrico de El Fasher también dejó de funcionar el 11 de mayo, cuando una bomba lanzada por las Fuerzas Armadas del Sudán (FAS) cayó a solo 50 metros del centro, causando graves daños y la muerte de dos niños en la UCI. El Hospital Pediátrico original fue saqueado al comienzo de la guerra en abril de 2023, y los niños y niñas fueron evacuados al centro que fue alcanzado el 11 de mayo. Este centro ha sido reubicado de nuevo, pero el número de camas disponibles para menores se ha reducido a más de la mitad.



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